Niveles de vitamina d sérica en adultos de 18 a 69 años en relación con sus hábitos alimenticios, a través de una frecuencia de consumo de alimentos realizada a empleados de una televisora de Quito – Ecuador, periodo 2017-2018

Abstract

La vitamina D es importante ya que influye en procesos fisiológicos, en especial dentro del sistema inmune. Así, diversas enfermedades están relacionadas con el déficit de vitamina D como son, el cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal, hipertensión arterial (HTA), enfermedad cardiovascular y síndrome metabólico (Hill, O’Brien, Cashman, Flynn, & Kiely, 2004). En individuos con hipertensión y síndrome Metabólico los efectos adversos de la hipovitaminosis D son más evidentes, ya que, niveles por debajo de 15 ng/mL de vitamina D, aumentan la disfunción miocárdica y el consecuente fallo cardíaco (Querales, Cruces, Rojas, & Sánchez, 2010). La prevalencia de la deficiencia de vitamina D es más alta de lo que se ha considerado, estudios realizados alrededor del mundo encontraron que el 88% de las muestras evaluadas tenían niveles inferiores a 30 ng/mL de vitamina D, 37% niveles por debajo de 20 ng/mL y 7% valores menores a 10 ng/mL; de manera que se puede tratar el déficit de este micronutriente como una epidemia en aumento (Navarro & Quesada, 2014). De hecho, la epidemia es notoria incluso en países tropicales donde existe mejor exposición al sol. Por tanto, la falta de exposición al sol, insuficiente ingesta dietética de vitamina D, color obscuro de la piel, poca actividad al aire libre, son algunos de los factores de riesgo para la insuficiencia de vitamina D (Zuluaga, Alfaro, Balthazar, Jimenez, & Campuzano, 2011)…