Restaurante Kriollo por Ikaro

Abstract

El proyecto de diseño interior para el restaurante KRIOLLO por Íkaro busca reinterpretar la riqueza gastronómica ecuatoriana a través de un espacio escénico y sensorial que sitúa a la cocina como núcleo central, desde donde se expanden las raíces culturales de las cuatro regiones del país: Costa, Sierra, Amazonía y Galápagos. Inspirada en la tradición y la transmisión de saberes, la propuesta integra materiales presentes en las cuatro regiones, como la madera y la piedra volcánica, creando un ambiente cálido y con fuerte conexión territorial. El diseño refuerza la identidad del lugar mediante una composición que combina la expresividad material con formas fluidas y envolventes, invitando al comensal a recorrer, observar e interactuar y transformando la experiencia culinaria en un acto participativo y memorable. La propuesta se estructura en torno a un núcleo central activo que organiza la disposición espacial y jerarquiza las zonas según su intensidad sensorial, las áreas más cercanas a la cocina son más cálidas e inmersivas, mientras que las más alejadas ofrecen mayor intimidad. Las islas independientes permiten que los comensales interactúen y preparen platos representativos de cada región, mientras que el bar complementa esta experiencia como un espacio de fusión que integra la esencia y los sabores característicos de las cuatro regiones, vinculándola de manera directa a la identidad ecuatoriana. The interior design project for the restaurant KRIOLLO by Íkaro aims to reinterpret Ecuador’s gastronomic richness through a scenic and sensory space that places the kitchen as the central core, from which the cultural roots of the country’s four regions—Coast, Sierra, Amazon, and Galapagos—expand. Inspired by tradition and the sharing of knowledge, the proposal incorporates materials found in all four regions, such as wood and volcanic stone, creating a warm atmosphere with a strong connection to the territory. The design reinforces the identity of the place through a composition that combines material expression with fluid, enveloping forms, inviting diners to explore, observe, and interact, turning the culinary experience into a participatory and memorable act.The proposal is structured around an active central core that arranges the space and organizes the areas according to their sensory intensity, the spaces closest to the kitchen are warmer and more immersive, while those farther away offer greater intimacy. Independent islands allow diners to interact and take part in the preparation of dishes representative of each region, while the bar complements this experience as a fusion space that integrates the essence and characteristic flavors of the four regions, directly linking it to Ecuadorian identity.