Garantías mínimas en el proceso de reconocimiento de la condición de refugiado a las víctimas de la trata humana en el Ecuador

Abstract

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha observado en los últimos años el incremento progresivo del número de personas en situación de movilidad humana con necesidades especiales de protección, como solicitantes de refugio, frecuentemente desplazadas a causa de distintos factores como la persecución, la violencia generalizada, los conflictos internos o la violación masiva de los derechos humanos. Ecuador es un país que ostenta la calidad de emisor y receptor de migrantes, sumándole a esto la acogida de desplazados de otras naciones por diversos motivos, fenómeno complementario a la migración, que lo ha convertido en uno de los países de América Latina que mayor cantidad de refugiados comprende. Además de las reflexiones aportadas en los párrafos precedentes, el fenómeno de la trata humana, considerada como una forma de esclavitud y una grave violación de los derechos humanos, denota que las víctimas reflejan una vulnerabilidad mayor, comenzando por enfrentar barreras para recibir asistencia y protección, no por su estatus de víctimas, sino también como posibles refugiados. Estos casos son de especial relevancia hoy en día, pues su complicación se torna cada vez mayor, transformándose así en una problemática sin precedentes de migración forzada. En virtud de lo mencionado y de los crecientes niveles de solicitudes de refugio pendientes, que ponen en riesgo de colapso los sistemas nacionales en la materia, es fundamental atender a la condición de refugiado, sobre la base de los principios de corresponsabilidad y complementariedad, garantizada por instrumentos internacionales y el indispensable compromiso del Estado ecuatoriano ante un tema de tal sensibilidad. In recent years, the Inter-American Commission on Human Rights has observed a progressive increase in the number of people in a situation of human mobility with special protection needs, such as those seeking refuge, frequently displaced due to different factors like persecution, generalized violence, internal conflicts or massive human rights violations. Ecuador is a country that is both a sender and a receiver of migrants, in addition to receiving displaced persons from other countries for various reasons, a phenomenon that complements migration and has made it one of the Latin American countries with the most significant number of refugees. In addition to the reflections provided in the preceding paragraphs, the phenomenon of human trafficking, considered a form of slavery and a severe violation of human rights, shows that the victims reflect a greater vulnerability, starting by facing barriers to receiving assistance and protection, not only because of their status as victims but also as potential refugees. These cases are of particular relevance today, as they are becoming increasingly complicated, thus becoming an unprecedented problem of forced migration. Given those mentioned above and the increasing levels of pending refugee applications, which put the national refugee systems at risk of collapse, it is essential to attend to the refugee condition based on the principles of co-responsibility and complementarity, guaranteed by international instruments and the indispensable commitment of the Ecuadorian State in the face of such a sensitive issue.